Como dijo Steve Jobs:
"(…) no se pueden conectar los puntos hacia adelante; solo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna manera en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Porque creer que los puntos se unirán te dará la confianza de seguir tu corazón. Esta forma de actuar nunca me ha traicionado y ha marcado la diferencia en mi vida”.
El camino lo vemos cuando volvemos la vista y aparecen nuestras huellas. Por eso, no hay fórmulas mágicas, sino solo trabajo constante: darnos cuenta, elegir y actuar consecuentemente a esta elección.
Recuerda que para alcanzar una meta solo un 10% depende de un componente genético (talento o discapacidad) y el 90% de nuestro esfuerzo, disciplina y trabajo sistemático.
La genética solo determina el número de repeticiones que se requieren realizar para alcanzar un resultado o meta.
A mayor dificultad, MÁS ESFUERZO.
Cuanto más grande es la meta, MÁS ESFUERZO.
¿Alguna vez te has sentado a revisar el camino que has recorrido? ¿Cuánto esfuerzo y sacrificio diario has invertido para llegar a dónde estás actualmente?
Autora: Sylvia Langford.