
Un mediador es responsable de realizar las modificaciones necesarias a los estímulos en función de su frecuencia, orden, intensidad y contexto para lograr un aprendizaje.
Las características de un mediador son:
- Tiene la convicción de que "sí se puede" y de que "fallar no es una opción"; por ello, fomenta el trabajo sistemático y el máximo esfuerzo para lograrlo.
- Reflexiona y busca estrategias o herramientas para alcanzar las metas.
- Siempre promueve una actitud positiva.
- Sabe que los errores son parte del proceso de aprendizaje.
- Tiene paciencia, ya que los procesos de aprendizaje llevan su tiempo.
- Contrasta los avances esperados con los reales y observa dónde puede mejorar.
- Confronta sus propias emociones con el fin de conseguir un equilibrio entre el afecto y la exigencia. Es necesario exigir sin ahogar, pero lo suficiente para avanzar. Un ejemplo de ello es cuando se coloca una guía a una enredadera: las amarras deben ser lo suficientemente firmes para que no se caiga, pero no tan fuertes como para secar la planta.
Autora: Sylvia Langford.