Un emprendedor aprende a diferenciar que hay momentos para correr, jugar, estar tranquilo, escuchar, hablar, descansar y trabajar.
Cuando "hacemos", comprendemos que:
- Los logros son consecuencia del trabajo sistemático, el esfuerzo y la disciplina.
- Se habla si se tiene experiencia; de lo contrario, se debe escuchar para aprender.
- La imaginación permite soñar, ser creativo e innovar, es decir, encontrar nuevas formas para resolver problemas.
- La disciplina es el puente que permite alcanzar nuestros sueños.
- Las frustraciones y fracasos son parte de la vida y se superan cuando se enfrentan.
- La voluntad de hacer es el gran motor que permite perseverar y "subir montañas"; es decir, hacer lo que hay que hacer, aunque no se quiera, para lograr un objetivo.
- La paciencia es fundamental; es decir, aprender cuándo hay que actuar y cuándo hay que esperar.
- La ansiedad no apresura los procesos.
Te invito a ser un emprendedor de tu vida. Ya tienes el secreto para lograr lo que quieras.
Es el momento de escribir tu historia. Una historia que te haga feliz. Inténtalo, equivócate, vive, experimenta. De ti depende, ¡tú puedes!
Autora: Sylvia Langford.